Películas extrañas (1). El cazador de gatos.


Inauguramos en nuestro blog un apartado que podemos llamar “películas extrañas”. Películas de cualquier época que por variadas razones no son demasiado conocidas (no se han estrenado, su estreno pasó desapercibido o la exhibición ha ido directamente a través de la televisión o el DVD). La primera película elegida es El cazador de gatos (Cat chaser, 1989) de Abel Ferrara, edición 20 aniversario, basada en una novela del conocido novelista Elmore Leonard (Tavernier ha adaptado también una novela suya para su última película, In the electric mist).

La película se sitúa justo antes de El rey de Nueva York (The king of New York, 1990) y Teniente Corrupto (Bad Lieutenant, 1992), los filmes que convirtieron a Ferrara en un director de culto, etiqueta que le ha perseguido posteriormente y que define a un autor con algunas películas interesantes (El funeral, la propia Teniente Corrupto o Blackout) y otras no tanto (Juegos peligrosos, New Rose Hotel, Mary). Curiosamente, para ser una producción de serie B, Ferrara contó con Kelly McGilis (en aquellos años muy conocida por Único testigo y Top Gun) y Peter Weller (también conocido por Robocop).



El cazador de gatos está más cercano al universo creativo del primer Ferrara, en donde la acción primaba sobre la reflexión, describe a través de una voz en off (elemento típico del cine negro) las complicaciones en que se ve metido el personaje de Peter Weller por enamorarse de una mujer casada con un mafioso jefe de policía de Santo Domingo. La historia se irá enredando por la aparición de dos millones de dolares y por la intromisión de una serie de personajes interpretados por un magnífico reparto de secundarios (Forrest Witaker, Charles Dunning), y lo que en principio parecía que no iba a tener consecuencias, desencadenará una serie de muertes.

Por el camino aparece retratos típicos de este tipo de narración y que nos muestran a un hombre que no quiere meterse en problemas, la mujer dominante, el malvado que ejerce el poder a su antojo, una historia de amor que se sabe ocasionará problemas y la violencia como método para resolver los problemas. Y todo ellos mezclado con alguna pincelada crítica a la injerencia norteamericana en Santo Domingo en 1982 con y el papel de la política de este país en Latinoamérica. Ejemplo de cine negro mil veces visto y heredero de una estética cercana a la serie Miami Vice (Corrupción en Miami), de la cual Ferrara dirigió un par de episodios, el filme no aporta ningún aspecto significativo más allá de su utilidad para completar filmografía de un autor cuyo cine nos ha ido llegando fraccionado en el tiempo y con cuentagotas.

Escribe Luis Tormo
 

Comentarios

  1. Abel Ferrara uno de los directores más "sonados" de la historia del cine. No quiere decir que se le conozca, es por sus... distintas formas de estar "colocado".
    J.F.K

    ResponderEliminar
  2. ...pero, con todo, a veces, hace películas con cierta originalidad. Otras... Alguien recuerda su revisión de la invasión de los cuerpos vivientes? Eso, sin contar con aquella historia deon Madona... Algunas de sus películas son auténticas pesadillas.
    Bolín

    ResponderEliminar
  3. En cualquier un tío interesante, aunque algunas veces se le vaya la pinza.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Crítica de Mi nombre es Khan

La Filmoteca. Programación del 3 al 8 de marzo de 2020

Crítica de Fama