Crítica de Recuérdame




Unidos por el recuerdo 1 2 3 4 5
Escribe Eva Cortés
Cartel de Recuérdame

"Cualquier cosa que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante lo que hagas. Yo tiendo a estar de acuerdo con la primera parte". Esta es la frase con la que Tyler, protagonista de la última película de Allen Coulter, Recuérdame, se define.

Al estilo de su otra película Hollywoodland, Allen intenta también en está crear un híbrido de drama, amor e intriga. El problema es que aquello del “todo vale” no siempre está bien justificado.

Lo peor del nuevo trabajo de Allen es su desmesurada sorpresa final. Es cierto que de esta forma podemos tachar de todo al filme menos de predecible, pero comparado con el resto de argumento, semejante acontecimiento es rizar mucho el rizo.

RecuérdameNo voy a desvelar aquí el final de la película pero sí puedo deciros que la sensación que da la música, el color gris, las miradas furtivas, en definitiva la sospecha de que algo va a pasar, al final pasa. En eso Allen no nos miente. La sorpresa final dejará a los espectadores con la boca abierta pero, como ya he dicho, no creo que sea un buen final para una película de amor adolescente. Demasiadas tragedias juntas.

Además del amor juvenil, otro temas que trata el filme es el proceso por el que pasan las personas tras una fuerte pérdida. La muerte es un tema clave. De hecho la película abre y cierra igual, tampoco desvelaremos como.

Este círculo de acontecimientos hace pertinente tratar el tema de la fugacidad de la vida. Ambos protagonistas Tyler (Robert Pattinson) y Ali (Emilie De Ravin), están traumatizados con las muertes de dos seres queridos, se empeñan en aislarse del mundo y no disfrutar.

Una vez juntos aprenden que por muchas cosas que pasen hay que seguir adelante porque cuando el momento llega, lo hace sin preguntar, y no cambiará nada que tengas supersticiones absurdas, como no coger el metro en el caso de ella o el volver a desayunar cada día a la misma cafetería en el caso de él. Lo importante como decía Gandhi en su cita arriba ya mencionada, es hacer las cosas por pequeñas que sean.

Quitando este planteamiento interesante del contenido, el resto son escenas que se van sucediendo en una pesada hora y media sin el suficiente peso como para crear un argumento convincente.

Tan simple como la historia de dos chicos rebeldes que salen una noche y se ven implicados en una pelea. Al final uno de ellos, Tyler tiene un rifi-rafe con el jefe de policía Chris Cooper.

Días después el amigo le convence para que conquiste a su hija, Ali, para después abandonarla, en forma de venganza.

El problema es que Tyler descubre que Ali es demasiado inteligente, demasiado dulce, demasiado guapa y se enamora perdidamente de ella.

Como subtemas del filme, se plantea por encima los problemas de familias con núcleos rotos, en el caso de ella por la muerte de su madre y en el caso de él por la muerte de su hermano mayor y la separación de sus padres, y también en cierta manera el acoso escolar. En este caso lo sufre Carolina (Ruby Jerins) por parte de sus compañeros por ser diferente, más madura y con un coeficiente intelectual superior al resto.


Recuérdame


Una apuesta segura

En su madurez Caroline no da importancia a los altercados en el colegio porque su mayor preocupación es que su padre no le demuestra suficientemente el cariño que le tiene y cree que le odia. Por cierto Ruby Jerins a quien ya vimos en Shutter Island es de las mejores actuaciones de la película.

Tyller por su parte actúa como perfecto hermano mayor demostrando en cada escena con ella el lado más tierno de su rebelde personaje. Es este un filme que sin duda ha sido pensado para el actor del momento. Así taquilla está asegurada.

Aunque utilizar actores que ahora están en la cúspide de la fama es un arma de doble filo porque en algunos casos como el de Pattinson, a la gente le cuesta cambiar el registro del actor. Él, a pesar de no llevar colmillos, no sabe deshacerse de Edward, su personaje en la saga Crepúsculo. Su misma expresión de adolescente enamoradizo con verborrea pedante.

Por su parte Pierce Brosnan, que también parece estar ahora en la cúspide, está bien en su papel de padre déspota, absorto por el trabajo con un interior sensible. Claro, que en cierto modo es normal que le notemos totalmente metido en su personaje, lo tiene muy ensayado puesto que es de un perfil muy similar al que interpreta en El Escritor de Roman Polanski, estrenada recientemente en nuestro país.

A pesar de la buena intención de los actores y de lo atractivo que pueden resultar los temas, lo cierto es que el filme no mantiene la suficiente tensión. La música de Marcelo Zarvos nos augura todo el rato que algo va a pasar y nos hace estar en tensión. Pero los problemas cotidianos se van solucionando de una forma tan sencilla que la tensión baja por momentos. Con esto me refiero por ejemplo, al altercado de los dos chicos en la calle, o la pelea entre el padre policía y su hija adolescente. Por tanto la duración creo que es demasiada.

Recuérdame

En su forma, Allen pretende ir hacia tendencias poéticas con mucho simbolismo, el uso del silencio, la música, la voz en off y las grandes frases de Gandhi como telón de fondo, son sus armas. Y en cierto modo lo consigue. Es todo poesía por ejemplo el plano de Tyller de espaladas mirando por la ventana en el interior del despacho de su padre en la parte final del filme. Pero demasiado formalismo y poesía para contar en el fondo un amor juvenil.

Por todo esto, si eres adolescente y te gusta la saga Crepúsculo disfrutarás con Recuérdame y sus protagonistas, siempre teniendo en cuenta que hay poco de thriller a pesar de la música; para el resto abstenerse, porque el desacertado y desmesurado final hará que el resto de la historia nos parezca demasiado simple e insulsa.



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