Fantasmatropos (1 / 3)


Otro tiempo, otro planeta, otra dimensión. Las exploraciones desde lo real nos pueden llevar hasta lugares y tiempos insospechados. Lo inverosímil hace acto de presencia incluso antes de que se inscriba en la historia. Eso es lo que parece haberle ocurrido a Hugo Santiago cuando, en 1969, acababa de rodar Invasión. Largometraje con guión coescrito por Borges y Adolfo Bioy Casares, la película imagina la resistencia que organizaría un grupúsculo de ciudadanos de Aquilea ante una invasión. Pura ficción, si no fuera porque la Aquilea de 1957 se asemeja tanto al Buenos Aires de 1976…

A finales de los años sesenta, ¿ya se podía intuir que en Argentina habría un “Proceso de Reorganización Nacional”? Podría tratarse de meras conjeturas o que, realmente, en las calles empedradas de la capital ya se empezaba a tener miedo. Quizás, un temor infundado. Una paranoia. Ya que en zona urbana siempre es difícil distinguir al enemigo. Trajes negros contra fichas blancas. ¿Se puede uno fiar de un gato negro? La partida está empezada y hay que apresurarse a defender los flancos. La frontera norte, el sureste, el nor-noreste. Resulta kafkiano. Tanto como “el Proceso” que ejecutarán los matarifes de las fuerzas del Estado. El real. Menos mal que siempre nos quedará el fútbol.


Invasión (Hugo Santiago, 1969)



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