Mostra de Dones (10 – 20 jun., BCN): Amazonas
Al ver el cartel de la Mostra de Dones de Barcelona, que para junio prepara su 18ª edición, es inevitable acordarse del mito de las amazonas. Representadas con frecuencia en la mitología clásica griega y romana, desde el siglo XX son la literatura, el cine y el cómic las artes que han recuperado este icono de las mujeres guerreras.
El jurista suizo Johann Jacob Bachofen, en su estudio sobre la evolución del matriarcado, estipuló el amazonismo como el tercer estadio hacia la instauración del patriarcado, cuarta y última fase. Antes había sido la ginecocracia, que siguió al hetairismo, estadio fundacional de la humanidad caracterizado por la articulación de misterios religiosos ante la inteligibilidad del universo. Publicado en 1861, El matriarcado. Una investigación sobre la ginecocracia en el mundo antiguo según su naturaleza religiosa y jurídica se convirtió, junto a El capital de Marx y El origen de las especies de Darwin, en uno de los tres pilares de la cultura germana del siglo XIX.
Centrado en cómo el matriarcado ha evolucionado en diferentes países, Bachofen reconstruyó una realidad histórica que bebe de fuentes tan heterogéneas como la mitología, la etnología, los textos de viajes, o la economía. Así, inició una forma de investigación nueva en la Historia en que los datos materiales pueden desafiar la propia documentación. Bachofen viajó, dibujó monumentos, relacionó con textos el documento, observó edificios y se sumergió en las formas de valorar la vida en el pasado. Realizando trabajo de campo dentro de la Antigüedad, llegó a teorizar en El matriarcado una historia de la evolución social no materialista.
El amazonismo es el matriarcado reaccionario, ya que es impuesto por violencia. El amazonismo es descrito por Bachofen como la sociedad de estado femenina que, como respuesta al intento de los hombres de acceder al poder y el control de las mujeres, se ha impuesto por medio de la fuerza.
Es una respuesta de las mujeres al ataque de los hombres, de los que se han de defender. Los hombres, inconformes con este orden de las mujeres ―al que no ofrecen una alternativa―, lo atacan simplemente para poder acceder al poder.
De este estadio surge el nuevo ideal de mujer: la mujer joven guerrera. Al tener que luchar, son las jóvenes guerreras (que aún no son madres) las que cobran gran relevancia entre las mujeres. También surge el ideal de virginidad, no entendido por motivos de pureza, sino por el rechazo a los hombres con el que se está en guerra. Así, los espíritus divinizados son mujeres jóvenes, vírgenes, guerreras, desvinculadas de los hombres (maridos, padres, hijos) y que tienen poder por su propia fuerza.
Este estadio presenta una transformación violenta de la mujer. Surge el primer derecho de carácter vindicativo, a saber, el derecho de vengar a las madres y el derecho contra aquellos que matan a las mujeres. Al ser un estadio de pura violencia, no construyen un derecho institucionalizado, sino que surge el motivo de la venganza.
El amazonismo, y el culto guerrero de las mujeres, es un estadio reaccionario que contrasta con la actitud pacífica de la ginecocracia. En ésta, las mujeres ejercían el poder en función del derecho materno. La fuente de legitimidad está en el hecho de la maternidad, por lo que la madre es la persona jurídica más privilegiada en la sociedad. De esta forma, en contraposición a la teoría dominante del siglo XIX, se considera que la primera relación que existe en la sociedad no son los contratos sociales de Hobbes ni Rousseau, sino el trato que tiene una madre con su hijo. Ésta es la primera relación humana, el nexo más natural e inmediato a partir del cual se constituyen el resto. Así, la primera idea de derecho parte de la madre, quien es la encargada de establecer una relación de igualdad y equidad entre sus hijos en función de las necesidades particulares de cada uno de ellos. Por tanto, el origen de equidad, además de surgir en el núcleo materno, es pacífico y natural.
Centrado en cómo el matriarcado ha evolucionado en diferentes países, Bachofen reconstruyó una realidad histórica que bebe de fuentes tan heterogéneas como la mitología, la etnología, los textos de viajes, o la economía. Así, inició una forma de investigación nueva en la Historia en que los datos materiales pueden desafiar la propia documentación. Bachofen viajó, dibujó monumentos, relacionó con textos el documento, observó edificios y se sumergió en las formas de valorar la vida en el pasado. Realizando trabajo de campo dentro de la Antigüedad, llegó a teorizar en El matriarcado una historia de la evolución social no materialista. El amazonismo es el matriarcado reaccionario, ya que es impuesto por violencia. El amazonismo es descrito por Bachofen como la sociedad de estado femenina que, como respuesta al intento de los hombres de acceder al poder y el control de las mujeres, se ha impuesto por medio de la fuerza.
Es una respuesta de las mujeres al ataque de los hombres, de los que se han de defender. Los hombres, inconformes con este orden de las mujeres ―al que no ofrecen una alternativa―, lo atacan simplemente para poder acceder al poder.De este estadio surge el nuevo ideal de mujer: la mujer joven guerrera. Al tener que luchar, son las jóvenes guerreras (que aún no son madres) las que cobran gran relevancia entre las mujeres. También surge el ideal de virginidad, no entendido por motivos de pureza, sino por el rechazo a los hombres con el que se está en guerra. Así, los espíritus divinizados son mujeres jóvenes, vírgenes, guerreras, desvinculadas de los hombres (maridos, padres, hijos) y que tienen poder por su propia fuerza.
Este estadio presenta una transformación violenta de la mujer. Surge el primer derecho de carácter vindicativo, a saber, el derecho de vengar a las madres y el derecho contra aquellos que matan a las mujeres. Al ser un estadio de pura violencia, no construyen un derecho institucionalizado, sino que surge el motivo de la venganza.El amazonismo, y el culto guerrero de las mujeres, es un estadio reaccionario que contrasta con la actitud pacífica de la ginecocracia. En ésta, las mujeres ejercían el poder en función del derecho materno. La fuente de legitimidad está en el hecho de la maternidad, por lo que la madre es la persona jurídica más privilegiada en la sociedad. De esta forma, en contraposición a la teoría dominante del siglo XIX, se considera que la primera relación que existe en la sociedad no son los contratos sociales de Hobbes ni Rousseau, sino el trato que tiene una madre con su hijo. Ésta es la primera relación humana, el nexo más natural e inmediato a partir del cual se constituyen el resto. Así, la primera idea de derecho parte de la madre, quien es la encargada de establecer una relación de igualdad y equidad entre sus hijos en función de las necesidades particulares de cada uno de ellos. Por tanto, el origen de equidad, además de surgir en el núcleo materno, es pacífico y natural.
El artículo es interesante, pero, o soy estúpido (e incluso si lo soy), o en la segunda línea debe leerse TERCER ESTADIO HACIA LA INSTAURACIÓN DEL MATRIARCADO para que la frase tenga sentido. Si no, yo no se lo veo. A nenos que lo que se quiera decir es que como respuesta a esa agresividad femenina, los hombres terminan rebel{andose y asumiendo el control.
ResponderEliminarCon el riesgo de parecer estúpidos (que igual lo somos, ja, ja, ja) parece que el texto es correcto y la palabra es PATRIARCADO.
ResponderEliminarHemos encontrado esto:
"Un tercer estadio simbolizado por Apolo, que marca el paso decisivo de lo matriarcal hacia lo patriarcal. Del reinado de las divinidades ctónicas se abre camino el héroe solar uránico. El hombre se emancipa de la naturaleza, diferenciándose radicalmente en la concepción que tiene de ella de los dos períodos anteriores. Se da primacía al desarrollo individual y al espíritu-razón, relegando lo material-emenino al ámbito de lo corporal."
(http://www.elciudadano.cl/2009/09/26/12165/bachofen-y-el-matriarcado-o-cultura-ginecocratica/)