Crítica de La saga Crepúsculo: Eclipse

Un fenómeno imparable 1 2 3 4 5
Escribe Lucía Solaz Frasquet

Eclipse



EclipseEclipse, la tercera entrega de la saga de la escritora estadounidense Stephenie Meyer, vendió más de 150.000 copias el día en que se puso a la venta en agosto de 2007, desplazando a Harry Potter y las Reliquias de la Muerte del primer puesto de la lista de los más vendidos.Más de cuatro millones y medio de copias más tarde, Eclipse se convertía en el cuarto libro más vendido de 2008. Los tres primeros puestos estaban ocupados por Crepúsculo, Luna Nueva y Amanecer, las otras criaturas de Stephenie Meyer. A estas alturas, nadie puede negar la influencia de este fenómeno que se ha extendido hasta límites insospechados.

Poco antes del estreno de Eclipse se publicó La corta segunda vida de Bree Tanner, personaje muy secundario en Eclipse al que la escritora decidió otorgarle protagonismo permitiéndole contar desde su punto de vista la historia del ejército creado por Victoria. La novela, que no tiene ningún sentido a no ser que se conozcan los otros libros de Meyer, es breve, está mejor escrita que sus predecesoras y tiene la profundidad de un vaso de agua.

EclipseComo con las novelas y las películas precedentes, Eclipse es un producto concebido por y para los millones de entusiastas fans de la saga. A pesar de que seguramente dejará indiferentes y hasta estupefactos o indignados a los que han logrado permanecer inmunes a la fascinación que despiertan la historia y personajes diseñados porStephenie Meyer, su éxito está más que garantizado. Habiendo recibido el premio a la película más anticipada del verano, no es de extrañar que su estreno en Estados Unidos la medianoche del 30 de junio haya batido récords, cosechando más de 30 millones de dólares en una noche (frente al récord establecido por Luna Nueva con 26.3millones).

Pero no se vayan todavía. Aún hay más: en abril de 2010 Summit Entertainment anunció la luz verde para la producción de la cuarta entrega de la saga, Amanecer, de la que seguramente se hagan dos películas. Bill Condon, responsable de la notable Dioses y Monstruos (Gods and Monsters, 1998) es el director elegido y el estreno está previsto para noviembre de 2011.

EclipseEclipse se inicia con prólogo donde el joven Riley (Xavier Samuel) es atacado en Seattle por una aparentemente invisible Victoria (Bryce Dallas Howard, reemplazando a Rachelle Lefevre), la pelirroja vampira empeñada en vengarse de Edward matando a Bella. ¿Qué mejor forma de hacerlo que crear un ejército de incontrolados nuevos vampiros para atacar a la familia Cullen? Este enemigo común y la amenaza que supone para Bella lleva a los Cullen y a los hombres lobo a establecer una difícil alianza. Mientras tanto, Bella pasa el resto de la película con cara de pocos amigos, tratando de tomar decisiones que afectarán el resto de su vida y también las de muchas de las personas de su entorno. Sus padres ven su relación con Edward demasiado intensa y obsesiva, Edward quiere casarse con ella antes de contemplar ir más allá de unos castos besos (sin comentarios); Jacob quiere que Bella permanezca humana y a su lado; los Vulturi la quieren muerta o convertida… y Bella quiere que Edward la convierta justo después de graduarse porque, Dios no lo quiera, una novia no puede ser mayor que el novio y ella ya tiene casi 18 años frente a los 17, ó 109, de él.

El cambio de director en las diversas entregas se ha dejado notar, entre otras cosas, en el tono del filme y su estilo visual. El cineasta británico David Slade, conocido por haber dirigido varios vídeos musicales de Muse y de artistas como Aphex Twin, Rob Dougan, System of a Down, Stone Temple Pilots, Tori Amos y The Killers, es también el director del provocativo thriller psicológico Hard Candy (2005) y la película de terror 30 días de oscuridad (30 Days of Night, 2007), donde los vampiros son criaturas muy alejadas de la idealización de Meyer. El director de fotografía, de nuevo Javier Aguirresarobe, pone su talento al servicio de una visión más oscura que sus predecesoras. En Eclipse vemos oscuros tonos grises y un mayor énfasis en los elementos de terror y suspense, lo que la aleja considerablemente de los ocres y dorados de la depresiva y melodramática Luna Nueva. Slade se esfuerza por combinar cursis escenas de amor con momentos de acción intrépida, imagino que en un intento de hacer soportable la película para los sufridos novios y maridos que se ven arrastrados a las salas. Encontramos también una mayor y muy bienvenida dosis de humor que llega a la autoparodia (cuando Edward pregunta si Jacob no es poseedor de ninguna camisa, por ejemplo). Jacob, por cierto, le sigue robando protagonismo a Edward en esta película donde convertirse en vampiro no parece tan buena idea después de todo. Resaltaría también las escenas de Bella con sus padres, que aportan una necesitada dosis de autenticidad.

La música es otro de los muy esperados componentes de las películas que componen la saga. El CD se puso a la venta el 8 de junio y alcanzó rápidamente el segundo puesto de los más vendidos tras Glee. El genial Howard Shore compone los temas mientras una vez más Alexandra Patsavas selecciona con maestría grupos de la escena indie y del rock alternativo como Muse, Florence andTheMachine, Metric, BandofHorses o The Black Keys. Eclipse, que tiene más en común con el estilo visual y el tono deCrepúsculo que con Luna Nueva, hace guiños a la película dirigida por Catherine Hardwicke en el empleo de planos aéreos y recupera también el Claro de luna de Debussy como melodía ligada a Edward.

EclipseAunque mucho mejor dirigida que Luna Nueva, me temo que estoy perdiendo la paciencia con esta serie. Debe ser por eso que cada vez encuentro más irritantes, ridículos y artificiales un mayor número de sus elementos: el prado con flores, supuestamente silvestres, cuidadosamente plantadas;los vampiros rompiéndose como si fueran esculturas griegas; los diálogos trillados y sensibleros; los planos teatrales; los innecesarios flash backs; la ausencia de un buen chaquetón cuando una chica sube a la montaña;el uso excesivo de maquillaje y lentes de contacto de colores variados; el peinado, la expresión y los ojos constantemente desorbitados de Jasper; las pelucas sin vida de Bella, Carlisle, y Rosalie, así como la incongruencia con sus espesas cejas… cuando estos detalles te sacan fuera de la historia, es que algo falla.

¿Tendrá mi opinión alguna trascendencia en la taquilla? Ninguna en absoluto. El éxito de Eclipse (y lo que venga después), para alegría de unos y desesperación de otros, está más que asegurado.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Crítica de Mi nombre es Khan

La Filmoteca. Programación del 3 al 8 de marzo de 2020

Crítica de Fama